sábado, 28 de mayo de 2011

Women are beautiful

Miro endavant i me’n enric del món que m’envolta; no m’importa qui em pugui veure o qui m’estigui mirant; no m’importa el que pensin de mi. No entraré a la teva botiga a comprar una corbata pel meu marit, perquè no tinc marit, ni penso tenir-ne, perquè no el necessito, perquè sóc una dona autosuficient, perquè els rols estan canviant. Sóc un nou actor d’aquesta societat que durant anys ha estat dominada per homes. Sóc una neoyorkina dels anys 60 a través de la Leica de Garry Winogrand.

Jo sóc sofisticada i refinada, i, al contrari del que aquests que m’envolten puguin pensar, tot el que tinc ho he aconseguit pels meus propis mitjans. He estat la primera de la meva promoció en una facultat de dret on, fins ara, només hi accedien els homes. Seré la millor advocada de la ciutat i lluitaré per assolir l’emancipació de la dona i la transformació social femenina que ja s’està iniciant a tants països.

De veritat penses que aquest vestit es massa curt? Jo no ho crec pas. Tinc les cames boniques, les vull lluir i no em molesta que me les mirin. Sóc ben lliure per fer-ho! Sóc natural i espontània. Sóc independent i lluitadora. No m’amago de res, no tinc vergonya; no tinc por de viure al màxim ni d’experimentar, passar-ho bé i arriscar-me per aconseguir allò que desitjo.

Segur que et resulten familiars alguns escenaris, amb la seva arquitectura artificial i urbanita; segur que et sonen algunes escenes, amb  les seves heroïnes tant llunyanes com properes; segur que coneixes algunes cares: desenfadades, descarades, inoportunes, atrevides, desvergonyides, múrries, agosarades... segur que es repeteixen algunes situacions i comportaments que ja es van viure en un espai i un temps molt concret d’especial transcendència. I així ho va saber veure Winogrand, combinant l'espontaneïtat amb una aparent confusió, que no és més que la consciència de la complexitat del món que fotografiava. Un món i una realitat naturals, sense retocs, modificacions ni idees afegides. La transformació va començar fa 50 anys, però encara queda molt per fer. I és que les dones estem canviant el món.

No em molestis, que tinc pressa. Si vols, pots venir a veure’m, fins el 4 de juny, a la Fundació Foto Colectania (http://www.colectania.es/index.php?i=2) de Barcelona, en una exposició procedent de la col·lecció de Lola Garrido.  
Pertanyo a una vuitantena de fotos de la sèrie Women are beautiful que Garry Winogrand va fer entre 1960 i 1975 a Nova York. L’objectiu de Winogrand érem nosaltres, les dones, descuidant sovint la resta de la composició. L’autor era molt respectuós amb nosaltres, tot i l’elevat component sensual i eròtic d’algunes de les instantànies. Amb els nostres retrats va plasmar com ningú la transformació social femenina de les dècades dels 60 i 70 i va canviar el rumb de la historia de la fotografia, donant pas a l’anomenat street photography.

sábado, 14 de mayo de 2011

40 son demasiado

Al cruzar la puerta del Teatre Victoria escuchamos la inconfundible voz de Alaska con el clásico A quién le importa, que se intensifica mientras nos acomodamos en nuestras butacas de la fila 5. Un DJ, situado en el lateral superior del escenario, anima a los asistentes con otros clásicos y no tan clásicos, invitándonos a aplaudir, bailar e iniciar la fiesta de los 40 Principales. Con las palomitas en la mano no puedo bailar, ni aplaudir, y obviamente tampoco cantar, así que me dedico a observar a un publico que más bien parece que esté de fiesta en un local posh de Barcelona un sábado por la noche que no en un teatro del paralelo un martes a media tarde.

Espero a que se apaguen las luces. Cuando esto ocurre se hace el silencio. Unas sombras bailan detrás del telón que asciende lentamente hasta el techo. Esas sombras se convierten en los cuerpos de los bailarines y bailarinas que se mueven al ritmo de la música ochentena que les acompaña en la coreografía. Como también les acompaña su espantoso atuendo… por suerte mi memoria selectiva ha sido capaz de borrar de mi mente el recuerdo de cuando yo también vestía así.

En el escenario, Joaquín, licenciado en ciencias de la información, nos presenta a sus amigos, con sus virtudes y sus defectos, a través de su radioblog. Mateo, su hermanastro arrogante e irresponsable; Sara, la novia de Mateo y el amor platónico de Joaquín, a pesar de que se niegue a admitirlo; Alex, la perro flauta de la función, bohemia y despreocupada, totalmente opuesta a su hermano David, meticuloso, escrupuloso, hipocondríaco y maniático obsesivo-compulsivo; Chema, abogado, tímido, formal y… virgen hasta el matrimonio por decisión de su novia Laura, la marimandona del grupo. El último personaje se descubre unas escenas más tarde. Es Arturo, el padre de Alex y David, sin duda el personaje más auténtico de todos, que aporta un toque de dramatismo y muchas carcajadas al espectáculo.

De izquierda a derecha: Alex, David, Mateo, Sara, Chema y Laura


La trama gira en torno a la vida de estos veinteañero, una historia tan simple como recurrente, sin ninguna particularidad remarcable. No es más que el transcurrir de los  días de estos jóvenes mientras se enfrentan a los nuevos retos y desafíos en el trabajo, con la emancipación, con la enfermedad y en las relaciones interpersonales. Valores como la amistad, la lealtad, la honestidad están presentes durante las casi 3 horas de duración, pero sobretodo las relaciones de amor. Sí, una comedia romántica musicalizada…

Son unos 100 temas, completos o no, mayoritariamente del pop español de las últimas dos décadas. Canciones populares, como Al partir (Nino Bravo), Bienvenido (Miguel Ríos), Amante Bandido (Miguel Bosé), La chica de ayer (Nacha Pop), Siete Vidas (Antonio Flores), Quien me ha robado el mes de abril (Joaquín Sabina)… Canciones modernillas como Besos (El Canto del Loco), Nada fue un error (Coti), Las de la intuición (Shakira), Tenía tanto que darte (Nena Daconte), A dios le pido (Juanes)… Los guionistas han tenido la consideración de contentar al público catalán con el Boig per tu de Sau, y el Bon dia de Els Pets, este último tema insertado un poco con calzador, aunque no de forma tan descarada como Lady Gaga, que no entiendo muy bien el  sentido de su Bad Romance con la trama y el ritmo de la historia, más bien repleta de canciones ñoñas que no de temas y artistas transgresores. Aun y así se agradece un poco de música internacional, (que es lo que nos venden con la entrada), porque el Let me out, aunque sea en inglés, es del grupo madrileño Dover.

Como era de esperar, casi todo acaba bien. Los actores saludan al público que está de pie y no se cansa de aplaudir. El espectáculo ha finalizado. Reconozco que me lo he reído y lo he pasado bien, soy así de simple… y de crítica, porque a lo largo de la representación no he dejado de fijarme en el vestuario, a veces demasiado colorido, a veces demasiado llamativo, a veces demasiado simple; el decorado extremadamente simple, y es que seguro que Beyoncé tiene mejor escenario para sus conciertos de una noche del que tiene este espectáculo que lleva meses en la parilla cultural de la ciudad; los bailarines directamente salidos del programa Fama, ¡a bailar!; y, obviamente los desafines de los actores principales, (por supuesto alguno de ellos procedente de la academia de OT), difícilmente inevitables al compaginar el canto con las coreografías. Así pues, reafirmo lo que ya sabía: los musicales no me gustan. Prefiero cada género en su sitio: los actores en el teatro, los bailarines en los escenarios y los músicos en los conciertos.

sábado, 7 de mayo de 2011

Juego de dioses

Cualquiera podría pensar que bajo este nombre está el deporte practicado por Messi, Ronaldo, Iniesta y compañía. Pues no. Bajo este nombre está el Pok-ta-pok, Fútbol Maya o Juego de Pelotas, deporte que en la Copa Mundial de Fútbol de 2006 fue considerado como un antecedente milenario del fútbol moderno.

El fútbol maya es un deporte que fue practicado hace más de 3500 años, a lo largo del Imperio Maya y posteriormente en los imperios Zapoteca y Azteca. Estas culturas mesoamericanas, comprenden los actuales territorios de México, Guatemala, Belice, el Salvador, Honduras y parte de Nicaragua, donde se han encontrado más de 1.500 “canchas de futbol”.

El juego de pelotas era una de las actividades sagradas que se practicaba para conocer el designio de los dioses. Simboliza la lucha entre las fuerzas opuestas del universo: la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad. Durante el juego la pelota está en constante movimiento, simbolizando la oscilación de los astros y las fuerzas de la creación.

El diseño general de la cancha, con algunas variaciones, tiene forma de doble T o de I. En los laterales se levantan muros verticales o en forma de talud. A menudo en estas paredes laterales se incrustan marcadores esculpidos en piedra y con forma de cabeza de animales. Se conoce otro tipo de marcador, también tallado en piedra y que podía tener distintas formas, pero los más populares son los  anillos (tlachtemalácatl) por los cuales debía pasar la pelota durante el juego.


Detalle cabeza de animal esculpida en piedra (Chichen Itza, México)
Foto: Laia P.
 

La pelota era de caucho o hule macizo, sin aire en el interior, como sí tienen las pelotas con las que se juega al futbol en la actualidad. Medía entre 25 y 30 centímetros de diámetro y pesaba entre 1,5 y 3 Kg. Debido a las características de la esférica, los jugadores debían proteger bien su cuerpo. Por este motivo sobre el máztlatl (taparrabo) llevaban un cinturón de cuero de venado con prolongaciones para cubrir las caderas. También llevaban musleras y rodilleras y un guante en la mano izquierda. En otras versiones del juego aparecen con lujosos atavíos, cascos y gruesos cinturones.

Los jugadores se repartían en dos equipos. Su misión era golpear la pelota con el antebrazo, las caderas y con las manos sin que la pelota tocara ninguna otra parte del cuerpo. Además, la pelota debía estar en constante movimiento y sin sobrepasar ciertos límites de la cancha. El equipo que lograba que el adversario tocara la pelota con otra parte del cuerpo, o la lanzaba hasta la pared opuesta o por encima de la muralla, ganaba un punto. Pero la única manera de conseguir un triunfo definitivo, en cualquier momento, consistía en hacer pasar la pelota por los anillos  (tlachtemalácatl) de las paredes laterales.
Cancha de Futbol Maya (Ruinas Arqueológicas de Coba, México)
Foto: Laia P.

Originariamente el juego tenía un carácter básicamente religioso. De acuerdo a las investigaciones existentes, todo apunta a que se realizaba como acto de culto a la fertilidad de la tierra, o como juego entre deidades. Sin embargo, este deporte era tan popular que se practicaba también para solventar disputas y problemas territoriales, para adivinar la suerte, para realizar apuestas, e incluso por codicia de los jugadores, ya que quienes lograba hacer pasar la pelota por el anillo podían recibir premios (plumas preciosas, mantas labradas, bragueros y joyas preciosas) o despojar a sus rivales. Otras investigaciones apuntan a que el vencedor era sacrificado para los dioses, aunque algunos autores afirman que se decapitaba a los perdedores.

El juego fue prohibido por los conquistadores españoles, pero el pok-ta-pok (maya) o tlachtli (para los Aztecas), aún sigue siendo practicado en México y Guatemala, como una forma del folklore y la cultura regional.