Cualquiera podría pensar que bajo este nombre está el deporte practicado por Messi, Ronaldo, Iniesta y compañía. Pues no. Bajo este nombre está el Pok-ta-pok, Fútbol Maya o Juego de Pelotas, deporte que en la Copa Mundial de Fútbol de 2006 fue considerado como un antecedente milenario del fútbol moderno.
El fútbol maya es un deporte que fue practicado hace más de 3500 años, a lo largo del Imperio Maya y posteriormente en los imperios Zapoteca y Azteca. Estas culturas mesoamericanas, comprenden los actuales territorios de México, Guatemala, Belice, el Salvador, Honduras y parte de Nicaragua, donde se han encontrado más de 1.500 “canchas de futbol”.
El juego de pelotas era una de las actividades sagradas que se practicaba para conocer el designio de los dioses. Simboliza la lucha entre las fuerzas opuestas del universo: la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad. Durante el juego la pelota está en constante movimiento, simbolizando la oscilación de los astros y las fuerzas de la creación.
El diseño general de la cancha, con algunas variaciones, tiene forma de doble T o de I. En los laterales se levantan muros verticales o en forma de talud. A menudo en estas paredes laterales se incrustan marcadores esculpidos en piedra y con forma de cabeza de animales. Se conoce otro tipo de marcador, también tallado en piedra y que podía tener distintas formas, pero los más populares son los anillos (tlachtemalácatl) por los cuales debía pasar la pelota durante el juego.
Detalle cabeza de animal esculpida en piedra (Chichen Itza, México) Foto: Laia P. |
La pelota era de caucho o hule macizo, sin aire en el interior, como sí tienen las pelotas con las que se juega al futbol en la actualidad. Medía entre 25 y 30 centímetros de diámetro y pesaba entre 1,5 y 3 Kg . Debido a las características de la esférica, los jugadores debían proteger bien su cuerpo. Por este motivo sobre el máztlatl (taparrabo) llevaban un cinturón de cuero de venado con prolongaciones para cubrir las caderas. También llevaban musleras y rodilleras y un guante en la mano izquierda. En otras versiones del juego aparecen con lujosos atavíos, cascos y gruesos cinturones.
Los jugadores se repartían en dos equipos. Su misión era golpear la pelota con el antebrazo, las caderas y con las manos sin que la pelota tocara ninguna otra parte del cuerpo. Además, la pelota debía estar en constante movimiento y sin sobrepasar ciertos límites de la cancha. El equipo que lograba que el adversario tocara la pelota con otra parte del cuerpo, o la lanzaba hasta la pared opuesta o por encima de la muralla, ganaba un punto. Pero la única manera de conseguir un triunfo definitivo, en cualquier momento, consistía en hacer pasar la pelota por los anillos (tlachtemalácatl) de las paredes laterales.
Cancha de Futbol Maya (Ruinas Arqueológicas de Coba, México) Foto: Laia P. |
Originariamente el juego tenía un carácter básicamente religioso. De acuerdo a las investigaciones existentes, todo apunta a que se realizaba como acto de culto a la fertilidad de la tierra, o como juego entre deidades. Sin embargo, este deporte era tan popular que se practicaba también para solventar disputas y problemas territoriales, para adivinar la suerte, para realizar apuestas, e incluso por codicia de los jugadores, ya que quienes lograba hacer pasar la pelota por el anillo podían recibir premios (plumas preciosas, mantas labradas, bragueros y joyas preciosas) o despojar a sus rivales. Otras investigaciones apuntan a que el vencedor era sacrificado para los dioses, aunque algunos autores afirman que se decapitaba a los perdedores.
El juego fue prohibido por los conquistadores españoles, pero el pok-ta-pok (maya) o tlachtli (para los Aztecas), aún sigue siendo practicado en México y Guatemala, como una forma del folklore y la cultura regional.
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